11 febrero 2009

Lugares

Lugares juntos, desordenados, rebeldes, no me prepararon para esto. Tú sin zapatos, yo sin modales: pero el destino nos dejaba entrar. Nuestra primera copa tuvo de fondo los bucles de tu cabello y tu perfume, tus ojos de muñeca inquietante; mientras tanto, nos tocábamos las manos, los labios y el vino se derramó rebelde, desordenado, juntándonos. Quisiera tener ahora mismo la fuerza de esos lugares que aniquilaban el espacio, pero la distancia es más cruel que un simple mesero curioso o un portero despistado. Hoy el tiempo no se avergüenza y se va para dejarnos solos, hoy me mira lento, impertérrito, inquietante. Tu ausencia es lo único que hoy se derrama sobre el suelo reseco, sin copas, sin vino, aunque lo sigas siendo todo.