Están en peligro,
y el espacio es inquilino,
de un gran hotel.
Ese cáliz que ocupaba el mar,
ahora está vacío.
Y las montañas
excavan lo más profundo
del hotel.
Hemos pagado,
mi cerebro y yo,
un aerosol de hijos,
estrellas de epidemia.
Semillas íntimas.
Entonces inmiscuídos en una hoja blanca,
y con pintura dactilar,
rebajaré la escala,
decreciendo,
de blancos a tintos,
y pensando...
(2002)
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