Me gustan los recuerdos,
porque allí nada parece perdido.
No se caen las señales,
y las lámparas arriba siguen repletas.
Todas nuestras historias son de esas que “al menos…” etcétera,
no finalizan,
vidas, tumbas, sillas;
todo es corriente.
Incluso nosotros, allí,
con un esbozo de primer saludo en nuestras manos.
3 comentarios:
Sí... extraño los recuerdos. Extraño arañar las ganas, y lamer esos sueños que abrían compuertas, que cerraban heridas, que sanaban espacios, olores, sonidos, vacíos...
Esta es prosa de la buena Salva!
gracias por compartirlo!
TQ.
salva te kiero demasiaaado,me siento super orgullosa de ti...un beso ..kerlys
hola. Me gustó este poema. Que estés bien.
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